viernes, 21 de diciembre de 2007

Anexo del Libro Negro - La Destrucción de Alfet

Anexo de los escritos del Libro Negro, Destruccion de La Suma Ciudad Élfica Alfet. Traicion de Mithrender, en busca del poder y del fin de la batalle elfo-humana.

La Ciudad de Alfet era la mas espléndida de las edificaciones Elficas. Ahi se reunían todos los Elfos antiguos y sus familiares para vivir apaciblemente, incluso durante a guerra, gracias a las defensas magicas que poseían los grandes Elfos Magos de antaño. Los reyes de la ciudad eran El Rey Ariathnot y La Reina Antiocast Greenleaf, desdientes directos de la familia real Greenleaf, y la reina nieta de la ex-reina Lith, madre de Julius Greenhammer o Deathjolt, Gran Rey necromancer. Tambien se encontraba el gran traidor elfo, hijo de los reyes y príncipe de Alfet, Mithrender Greenleaf.
A cargo de la reina estaba la mas grande de las Hechizeras dominantes de la Black y White Magic: Ametist Bluelake, la forjadora de hechizos; mientras que a cargo del rey estaba su hijo, el Magic Archer.

Mithrender siempre se habia preguntado el porqué de la guerra con los humanos, asi que empezo a revisar los escritos élficos de esa época hasta que llego a uno en especial: Julius Greenhammer y el fallido Dark Revival. En este archivo, recogido por los pocos animales que sobrevivieron al choque del Dark Revival fallído, le demostro a Mithrender que con una magia con el poder destructivo que tuvo la fallida Dark revival, podría dominar el mundo Elfo y Humano. así fue como la codicia de el principe tuvo efecto, el primer golpe ciego de los Necromancer. Mas adelante en los archivos, salia de una sombra mas fuerte de lo imaginado, pero anda mas se sabía, porque los animales habían huido por ver semejante Monstruo.
Mithrender empezó a rebuscar mas en los archivos y vio que había habido desapariciones de Elfos Exploradores, asi que supuso que el Dark Revival no había sido tanto en desefecto como habían pensado todos los Magos Elfos.

A la semana siguiente partió al sur, en busca de los lugares en que ya no se sabía mas de los elfos exploradores. Cuando estuvo cerca de llegar a la Península SurXonal, se encontro con dos mountruos, parecidos a unos cadaveres con grandes armaduras y gran aura.
- Disculpe, que son ustedes, señores de la oscuridad?
- Nosotros no tenemos nombre, somos los olvidados, somos los caídos, somos los muertos... Pero nuestro Rey nos llama Necromancers.
- Rey? Pero se supone que solo existe el reinado de Los Elfos y Los Humanos, este reino de qué es?
- Este reino es un en que no florece nada mas que muerte y muertos, seres como nosotros, muertos por nosotros mismos y resucitados por el Rey.
- Bueno, pero ante todo, quien es vuestro rey, cual es su nombre?
- En su nacimiento el se nombró Deathjolt, pero según sus memorias de antaño, era conocido como Julius Greenhammer, el mestizo - ante este nombre los ojos del Necromancer brillaron con un brillo verde como de asco.
- Greenhammer!! El heroe elfo-humano de antaño! Disculpe, yo soy nieto de su madre, quisiera poder verlo personalmente.
Ante este pedido uno de los Necromancer cambio en un brillo rojo:
- Los Mortales no se pueden acercar al Rey, solo los muertos y los cadaveres, ls cuales seran rescatados por él! Si quieres llegar al rey, tendrás que derrotarnos!
Ante esta aclaración Mithrender saco dos flechas con aura vital blanca y se las clavo en el craneo descubierto a cada uno, y pudo ver como los Necromancer desaparecían al ritmo del viento.
Este fue su unico encuentro con Necromancers de bajo rango, ya que su siguiente encuentro fue con el Gran rey Deathjolt, en una de sus rutinarias busquedas en busca de cadaveres, para reclutarlos como Necromancers.
- Señor, todopoderoso y legítimo heredero al trono de Alfet, Príncipe Julius Greenhammer es...
-No me vuelvas a llamar con ese nombre impuro, forastero!! Soy el Gran Rey NEcromancer Deathjolt, rey de la inmortalidad, no un simple mortal mestizo!
- Disculpe Señor. Vengo desde Alfet, ya que descubri el gran poder del Dark Revival de antaño y viendo sus habilidades he visto que ha logrado dominarlo.
- Eso no es de tu incunbencia, elfo. Que es lo que buscas aca?
- Bueno, desde hace cientos de años se libra una batalla en Alfet y Génesis, asi que queria que me diera sus poderes para poder dominar Alfet y así acabar con esta guerra y que su sangre antigua, los elfos, reinen como raza suprema, sobre las tierras de XOna World.
- Y si te ayudo, elfo, que ganaría yo?
- Usted seria el siguiente en dominar el reino de Alfet, tras mi muerte, señor.
- Interesante oferta, pero que pasaría si no cumples esa oferta, mortal?
- Pues, con las habilidades de usted y sus Necromancers, no creo que sea gran problema el destruir Alfet, o si?
- Pues no, bien, te ayudare por primera y última vez en esto elfo, solo necesito una gota de tu sangre.
Mithrender le otorgo su sangre en una hoja al rey Deathjolt. Este se tomo esa gota de sangre, escupio al suelo y de esta creció un Axe Negra, conocida hasta ahora con el nombre de Deathjolt Tear.
- Con esa hacha has de matar a tus padres, con lo cual tu poder será tan inmenso como para acabar con toda la legión humana y reinar sobre ellos, pero recuerda, que apenas me entere de tu muerte, ire a reclamar mi reinado.
- A sus órdenes mi señor -Lo que no sabe es que con esta magia y los elfos de Alfet, podremos acabar con el y sus Necromacers- gracias, me retiro.

Mientras, en Alfet, la Reina Antiocast estaba preocupada por la creciente aura oscura que se extendia por la ciudad, y mando llamar a Ametist, su protegida.
- Ametist, yo se como gran maga que eres, que sabes usar el Prohibido Ataque de Armaggedon.
- Pero mi reina, ese ataque acabarría con todos los de la raza del que uso la magia.
- Lo se, así que tu serñias la única sobreviviente de los elfos, sin contar a los exiliados, pero no te preocupes, espero que no tengas que usar esa magia, solo que estoy preocupada por esta aura oscura.
- Yo también lo he sentido, su majestad, pero debe ser por algo referente a la guerra.
- También pensé eso, pero lo que me extraña es que mi hijo, Mithrender, no haya caido muerto o desaparecido, como los otros elfos exploradores.
- Eso es porque tiene un hijo fuerte, que no es tan facilmente vencido por criaturas debiles, madame.
- Aun asi Ametist, si algún día, mi vida y la de mi esposo estuvieran en peligro, por algo, quisiera que uses Armaggedon contra el responsable, porque sería mucho peor que Humano o Elfo que no merece, suba al poder de Alfet por la fuerza. Es mejor que esta ciudad sea destruida.
- Pero, su majestad...
- PROMÉTELO!
- A sus ordenes. mi reina.
- Y una cosa mas Ametist, si acabas con los elfos... No nos revivas, que nuestro resurrecci´ñon sea hecha por los humanos, al ver lo que se nos necesita para tener a Xona World equilibrado.
-Como desee, Majestad.
- Gracias, Amestist, puedes retirarte.

Cuando pasó un mes de la salida de Mithrender, este regreso con un hacha hecha a base de huesos y de filo siniestro, en vez de su Carcaj de Flechas y su Arco que nunca habia abandonado. Bajo de su caballo y fue directo donde los guardias.
- Tengo que ver a mi madre y mi padre en este momento, asi que largo!!
- Disculpe principe Mithren...
Los dos guardias no tuvieron tiempo de responder nada porque sus cabezas se separaron de sus cuerpo con solo un moviemiento de la Deathjolt Tear.

Mientras Mitherender se acercaba a la sala principal, Ametisit pudo sentir el gran poder oscuro que emanaba la Deathjolt Tear, asi que salio corriendo de sus aposentos, en pos del castillo elfo. Pero Mithrender llego primero a la sala real, pateando la puerta y empuñando la gran hacha.
- Hijo que haces con un arma desenfundada dentro del castillo -dijo el rey Ariathnot-, sabes que en época de guerra no puedes hacer eso..
- Cállate, viejo fofo, tus vagas actuaciones durante esta guerra han llegado a su fin, ahora yo subiré al poder y acabaremos con la guerra que trae tanto caidos ante los elfos.
- Pero hijo -dijo la reina- si atacamos asi, a lo bestia, los humanos nos acabarán facilmente.
- No con mi poder madre, pero para eso tengo que obtener todo el poder, y para obtener todo el poder.. debo acabar con ustedes.
- Guardias -dijo el rey- acaben.. con mi hijo.
- No hagas esto mas dificil, padre.
Con solo blandir su hacha 2 veces, calleron los 10 elfoas guardias.
- No ves lo que haces Mithrender! Mira! Tu ambición te ha llevado a matar a tu sangre!
- Las muertes serán necesarias para salvar a nuestro reino padre, asi como tu muerte tambien serña necesaria -ante esto, Mithrender atacó al rey Ariathnot, acabando con su corazon y su vida de solo un golpe-, madre tu eres la siguiente.
Cuando iba a blandir su havha un grito se escucho desde la puerta:
- Dark Revival! Modo Destrucción!
Un agujero empezo a succionar todo en la sala, justo al lado de Mitherender, este, ataco el hueco con la Deathjolt Tear.
- Ametist, veo que has dominado la prohibida Dark Revival.
- Exacto, príncipe Mithrender, el error era que el Dark Revival tenia varios usos, solo se ten´ñia que ajustar cual deseas usar.
- Pues es una lastima Ametist, pues podrías servirme para acabar con la guerra, pero antes matar a mi madre, tendre que acabar contigo.
- Solo inténtelo, principe.
Ante esto, el principe arremetio contra Ametist en un ataque de furia, pero esta esquivo atacando a Mithrender con el Fire Ball a sus pies.
El príncipe salto y quedando al costado de Ametist, le lanzo un golpe, hiriendo en un brazo a la maga.
- Ametist, recuerda lo que me prometiste - dijo la reina- este es el momento en que tiene que usar eso.
- Pero reina...
- Hazlo!!!
- Ya callence, apenas termine con Ametist, la matare a usted, madre. Mire, el alma de mi padre ya esta por ser absorvida por Deathjolt Tear.
- Antes de ago Mithrender, quisiera saber como conseguiste esa arma -dijo Ametist.
- Es simple el Gran Rey Necromancer Deathjolt, antes conocido como Julius Greenhammer, me lo dio, con la condición de que reinaría Alfet, despues de mi muerte.
- Vendiste Alfet por poder, hijo?!
- Asi tiene que ser, para poder ganar y acabar con la guerra de una vez madre... pero dejemonos de esto, es hora de su muerte.
Ametist, con lagrimas en los ojos, ya había empezado recitar las palabras:
- Grandes poderes que me otorgan lo Ancestros, denme el poder para ejecutar el arma final, aquella que abrirá los cielos y destruirá la tierra...
- Ametist... no!!! -grito el principe, mientras rremetia con el hacha alzada.
- Adiós, reina, adios hermanos elfos, espero volver a verlos algún día.... Armaggedon!!!

Un gran destello de luz blanca salío del cuerpo de Ametist, creando una aura blanca, que se extendio alrededor de Alfet. Cuando la luz se hubo apagado solo quedaban ruinas en lo que fue una vez la gloriosa Alfet y en la sala real se encontraba Ametist y a su costado el hacha Deathjolt, que acababa de absorver el alama de la reina.
Ametist agarró el arma, saco lo que quedaban de sus pertenencias, y se marcho de las Ruinas de Alfet, en busca de un lugar donde vivir y esperar su muerte, o el regreso de Alfet.
La Deathjolt Tear fue enterrada al norte de Alfet, en una zona de montañas, llamadas Las Lagrimas de las Rocas.

Mientras, Deathjolt, al saber de la destrucción de Alfet, no puedo evitar el murmurar:
- Uno menos, falta el otro.

Y asi fue como a la Gran ciudad Alfet le llego la destrucción en epoca de guerra, a manos de su misma sangre, por lo que las Ruinas de Alfet, siempre seran el recuerdo de lo que la traición trajo al mundo. Y del poder siniestro de los Necromancers.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Archivos del Libro Negro - Capítulo 2

Segundo Capítulo del Libro Negro. Espero os guste.

El Gran Rey Necromancer se convirtio en la mejor arma de los monstruos, sin que ellos lo supieran. Ante cada muerte, arjolt lo revivñia en forma de necromancer, haciendo de estos una gran potencia.
Mientras, la guerra elfo-humana aun no habia terminado, ya que los subditos continuaban la misma. Los humanos ya habian aprendido un poco de los elfos y la viceversa tambien. Esto ya iba siendo una masacre cuando la Desgracia de Alfet sucedió, quedando como unicos sobrevivientes los humanos.

A traves de lo mucho aprendido se crearon los pets mas poderosos y unicos: Ifrit, Bahamut, Carbuncle, Asura, Leviatan y Lilith. Todos para cada uno de los elegidos. Ifrit se fue con lo Swordsman, Bahamut con lo Dark Mages, Carbuncle como supremo protector de los pets, Asura para los Priest, Leviatan a los Rogues y Lilith a los Archers. Cuando estaban intentando dominarlos, Ifrit y Bahamut lograron escapar retirandose a una de las viejas construcciones de los pueblos. La tragedia de Genesis ocurrió cuando enfretaron a Leviatan contra Lilth, los ataques fueron de tal magnitud que solo unos pocos sobrevivieron, quedando los restos de lo que una vez fue la Gran Génesis. Los 4 Pets Legendarios que quedaron huyeron también, guiados por Ifrit y Bahamut.

Atentos a todo, los necromancer vieron una gran oportunidad en estas caídas de las grandes ciudades, asi que se prepararon para el Gran Ataque a lo que quedaba de los humanos. Deathjolt, junto a todos los necromancer y se prepararon para ir en busca de ellos, en lo que fue La Batalla de los Supervivencia.

Archivos del Libro Negro - Capítulo 1

Esto le escribí como historia de un juego que estoy haciendo en el foro que ando, me dijeron que estaba bueno, asi que lo mando al blog, para opiniones mas centradas. A su gusto, si les gusta.

Xona World siempre ha estado y siempre estará. Desde que los archivos saben, han existido 3 razas: Humanos, Elfos y Monstruos.
Cada tribu se encontraba separada en pequeños poblados alrededor del mundo. En que cada poblado los elfos y humanos aprendian diferentes habilidades, mientras los mounstruos solo vivian para subsistir y destruir.
Los Humanos perfeccionaron el arte de pelea mano a mano, creando los Swordsman, Archers y Rogues y los Elfos ocuparon el tema de la magia, creando a los Dark Mages, White Mages o Priests y de los mountruos en cual habian dado poder a los Pets.

Ante esta evolución cada raza se unio, para crear a las grandes ciudades: Génesis, La Ciudad de los Humanos, y Alfet, La gran Ciudad de los Elfos, hubicada cada uno en en Las Grandes Montañas y El Gran Bosque, respectivamente. Las Grandes Familias eran Greathammers que reynaban Génesis, y los Greenleaf en su supremo reinado de Alfet.
despues de varios años de la creación de las Grandes Ciudades, la codicia empezó a corroer los corazones tanto de los Elfos como de los Humanos, haciendo que estos se enfrenten en batalla. Fue en esta época que sucedio El Gran Error.
El Gran Principe Guerrero Argot Greathammer tuvo un romance con la Princesa Hechizera Lith Greenleaf. De este romance nacio el Primer Héroe Mestizo: El Guerrero Mágico Julian Greenhammer. Al ser mitad elfo, mitad humano tuvo una decisión, que fue muy sabia: destruir los que ocasionaban la guerra. Asi este guerrero acabo con todosestos, pero uno de los de su grupo fue comprado, asi que cuando Julius acabo con el ultimo, este le clavo en el corazón la Legendary Rogue Dagger: Arthorith. Ante una perdida tal, los elfos intentaron hacer algo imperdonable: revivirlo con la magia negra en proceso llamada Dark Revival.
Cuando los Dark Mages estaban por terminar el hechizo, fueron asaltados por una tribu de Berserkers que acabaron con los magos. Al no haberse terminado el hechizo se creo un vortice que absorvio a uno de los cuerpos elficos y un berserker, haciendo que lo que una vez fue el cuerpo y alma del Gran Julian Greenhammer se convierta en Darkjolt, El Gran Rey Necromancer.